martes, 1 de octubre de 2013

En el mes de la prevención del cáncer de mama


En enero de 2011 a mi madre le diagnosticaron un cáncer de mama. Al lógico golpe inicial se sumaron diez meses durísimos de tratamiento entre operación, quimioterapia y radioterapia. Solo la esperanza y la íntima convicción de que lograrás salir adelante pueden hacerte soportar el auténtico via crucis que supone un tratamiento tan agresivo y devastador. En casos como el de mi madre, se ven muestras de estoicismo y valor que no se olvidan jamás.

Mientras ello sucedía pude comprobar con horror cómo una realidad paralela alrededor de ese tema se desarrollaba en las redes sociales. Una realidad paralela que más bien cabría calificar de irrealidad, a tenor del trato alegre y frívolo que, con el supuesto ánimo de concienciar, se estaba dando a la enfermedad. Durante todos estos años, y tras haber vivido la experiencia de mi madre, no he dejado de preguntarme cómo se puede concienciar a la población sobre la importancia de la prevención cuando se presenta una enfermedad que puede ser mortal como si fuera una fiesta. El contraste con el mensaje directo y sin tapujos que se da en general con otras enfermedades en las que también es esencial la prevención es demasiado grande y te lleva inevitablemente a preguntarte por qué y si realmente esa edulcoración y frivolización del cáncer de mama está sirviendo para concienciar a alguien. Porque da la sensación de que, lejos de conseguir tal objetivo, todo este fenómeno no está sirviendo más que para desinformar, dificultar afrontar el cáncer con ánimo positivo pero como lo que es (una grave enfermedad) y darle una dimensión de “reivindicación femenina” que no le corresponde y no beneficia a nadie.

Sirvan como ejemplo esos juegos por todos conocidos de escribir un mensaje en el muro de Facebook cuyo significado solo entienden otras mujeres. A la obvia inutilidad una vez conseguida cierta notoriedad la primera vez (objetivo ya de por sí muy discutible), se une, por una parte, el hacer creer a quien participa que está haciendo algo por la prevención del cáncer de mama (falso) y, por la otra, el no menos detestable gesto de excluir a los hombres, en lo que parece un intento de convertir la enfermedad en un signo de poder y autoafirmación femeninos, y dando incluso por hecho que los padres, hermanos, esposos e hijos de las mujeres con cáncer no sufren los más mínimo y que, por tanto, no pueden participar en esa especie de fiesta de pijamas que las otras mujeres han montado para mostrar su solidaridad con las afectadas. Un mensaje muy positivo y de mucha ayuda para las mujeres que sufren cáncer y necesitan, más que nunca, el amor y el apoyo de toda su familia.

Octubre es el mes de la prevención del cáncer de mama. Mi madre es una de esas mujeres que ha salvado su vida por la providencial aparición de una carta del departament de Salut que la emplazaba a realizarse una mamografía. Gracias a la investigación y a los programas de detección precoz, la supervivencia aumenta cada año un 1,4%. La concienciación sobre la importancia de prevenir está siendo un éxito; el bochornoso espectáculo formado alrededor en algunos medios y redes sociales, no. Si un extraterrestre llegara hoy a la Tierra, tal vez tendría motivos para sospechar que algo tan serio como el cáncer de mama está “de moda”. Y tal vez tendría aún más motivos para pensar que además del cáncer, existe en la sociedad otra enfermedad, esta de carácter social, que no es otra que la estupidez y la falta de empatía. Una enfermedad que no es mortal pero que puede ser terriblemente grave porque, de momento, no tiene cura.

7 comentarios:

  1. En principio mi madre murió de una leucemia hace tres años. Digo "en principio" porque los marcadores de la enfermedad estaban igual o mejor que cinco años antes, pero, poco a poco, todo se fue complicando y nadie supo explicarme con claridad qué estaba ocurriendo. Supongo que no lo sabían. El frivolizar con el cáncer me parece tremendo, no sabía esto que comentas sobre los mensajes en Facebook, y no sé si te refieres también a campañas como la de Ausonia y el pañuelito rosa que interpreto como chantaje emocional. Todo lo que envuelve a esta enfermedad es terrible y confuso. Tampoco comprendo los protocolos hospitalarios. El hematólogo de mi madre decía que hay miles de productos cancerígenos, aparte de la predisposición genética. Ante este panorama no sé qué campaña de prevención se puede hacer. No sé, supongo que todo es difícil en estos casos. Pero eso sí, bobadas no.

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    1. Lo lamento mucho, barley. :(

      Estoy de acuerdo con todo lo que dices. En algunos casos, como el cáncer de mama, el tema de la prevención entiendo que va más por la línea de la detección precoz que por evitar ciertos productos, pero para mí también hay muchos aspectos confusos tras la experiencia de mi madre. Si además de la confusión añadimos toda la frivolización que a mi entender se ha creado alrededor, la sensación puede llegar a ser desesperante.

      Un abrazo.

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  2. Gracias por el artículo, que comparto por completo. Yo soy enferma de cáncer de mama avanzado y me duele el fenómeno que se produce alrededor de la enfermedad, con el colorcito rosa y las tonterías de facebook. También me duele que todo este ambiente festivo te lleve a que cuando estás mal de ánimo -casi siempre-, la gente te obligue a que toques las castañuelas y finjas un optimismo que no pinta nada. Por lo visto hasta en la enfermedad que te va a matar tienes que estar alegre y preguntándote a qué huelen las nubes.

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    1. Me ha impresionado tu testimonio. Como ves, lo he vivido de cerca y sé que es difícil. Esta y otras experiencias cercanas me han enseñado que la lucha es lo que da sentido a la vida. Un abrazo muy fuerte, amiga.

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  3. ¡Hola! He llegado al post por un RT y me sumo al agradecimiento de anteriores comentarios. De verdad, gracias por compartir tu opinión y experiencia sobre este tema. Es muy próxima a la que otros muchos "sufridores" de cáncer hemos tenido. Yo soy un chico de 30 años y me diagnosticaron un cáncer con 25 (recién acabada la universidad). Era un cáncer extraño, poco usual en mayores y del que apenas se sabe nada; y tuve que estar año y medio con quimio. No voy a contarte nada que no sepas. Pero al final, se sale. Primero porque uno es positivo y optimista y segundo porque se sabe rodear de gente que le da cariño y lo aislan de todo lo intrascendente. Pero claro, luego vuelves al mundo real y ves cómo la gente se toma el tema; y a mí también me molesta esa propaganda que se da al cáncer. Yo jamás en puesto nada en mi muro que tenga que ver con la enfermedad. Creo que muchos de mis amigos de facebook (gente agregada a lo largo de los años) ni siquieran se han percatado de que pasé por ahí hace años (excepto que descubran por mi voz que perdí media laringe, o que me vean ahora con 20 kilos de peso menos; cosa que me hacía falta por otro lado :)). En fin, que agradezco que mandes ese mensaje. Y creo que el otro importante es que el cáncer, aún siendo una enfermedad cruel, es una experiencia que te marca como persona y cambia tu perspectiva del mundo. De hecho, creo que no hay que estar alegre y tocar castañuelas si no te apetece. La clave es que quien esté a tu lado respete tu estado de ánimo. Pero creo también que es fundamental tener un "espíritu" o una actitud optimista, y de saber que de eso se sale. Ismael.

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    1. Hola. Me alegra mucho que hayas superado la enfermedad y te agradezco no sabes cómo que hables de tu experiencia aquí. Yo también creo que la actitud positiva es muy importante: es lo que te da fuerza. Y veo que compartes la percepción de que hay una diferencia entre esa actitud (fundamental) y la tontería con que se trata a veces. Tocas en mi opinión otro aspecto fundamental: el respeto hacia el estado de ánimo. De eso tampoco se habla demasiado.

      Muchas gracias de nuevo y ojalá sirvan estas conversaciones para animar y también para recordar a quien no lo ha superado: su lucha también tiene todo el sentido y es un ejemplo.

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  4. Totalmente de acuerdo.Solo quien lo vive y los familiares saben lo duro que es y hay que confiar en lo que ofrece ka medicina .

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