La Assemblea
Nacional Catalana ha decidido que una versión moderna del Corro de la Patata va
a ser la antesala de la independencia de Cataluña. Una idea tomada del ejemplo de los países
bálticos, donde, como todo el mundo sabe, décadas de Guerra Fría y la desintegración resultante de la Unión Soviética a la que pertenecían no tuvieron nada que ver en la
secesión de las tres repúblicas, que con el simple gesto de cogerse de las
manos admiraron al mundo de tal manera que no tuvo más remedio que concederles,
así, sin más, la independencia.
La propagación
y aceptación de tesis que parecen salidas de Los mundos de Yupi como si
tuviesen algún rigor o fundamento histórico solo puede entenderse en una
sociedad profundamente infantilizada a base de propaganda, que lo mismo se da
la mano, forma una estelada humana o realiza un flashmob creyendo que va a cambiar el rumbo de la historia, que se
compra un kit de merienda por la independencia digno de un campamento de boy scouts sin sentir el más mínimo
rubor.
No es
casualidad que la infantilización forme parte de la estrategia nacionalista. La
mayoría de actividades que los adultos programan para los niños incluyen la
pérdida de individualidad, la masificación y el grupo uniformado como aspectos clave en su socialización. Desde los
uniformes a las excursiones cogidos de la mano (curiosa coincidencia) o incluso
asidos a una cuerda, el ser humano moderno se ve sometido desde su más tierna
infancia a un proceso de despersonalización del que se va deshaciendo en la
edad adulta de forma natural, aunque luego lo perpetúe sin cuestionárselo demasiado en sus propios
hijos. Difícilmente un adulto se sentirá cómodo formando una “cadena” o figuras
geométricas como si fuese una ficha de dominó, a no ser que viva en Corea del
Norte (por la cuenta que le trae)… o sea nacionalista catalán.
El niño, o
lo que la sociedad hace con él, es el ideal de “un solo pueblo”, integrante sumiso
de una unidad inquebrantable que le
lleva a perder su identidad bajo su batita mientras el mundo adulto planifica
su futuro. La exaltación de la infancia y del “futuro” de que han hecho gala
todos los totalitarismos responde a esa manipulación idealizada de la infancia,
que se intenta reproducir en simbología y actos absurdos impropios de cualquier
ser humano que se precie de ser libre.
Pero además de la uniformidad y la sumisión, conducir a la sociedad a un estado pueril propicia algo característico y prácticamente exclusivo en los niños: el berrinche. Porque el berrinche es un tipo de enfado que no atiende a lógica ni a razones y que suele venir precedido de la frustración de no haber conseguido una meta que seguramente al niño le parece de lo más razonable, pero que con frecuencia está desconectada de la realidad.
Pero además de la uniformidad y la sumisión, conducir a la sociedad a un estado pueril propicia algo característico y prácticamente exclusivo en los niños: el berrinche. Porque el berrinche es un tipo de enfado que no atiende a lógica ni a razones y que suele venir precedido de la frustración de no haber conseguido una meta que seguramente al niño le parece de lo más razonable, pero que con frecuencia está desconectada de la realidad.
El berrinche lo tendría yo si perteneciera a un partido con necios com este: https://pbs.twimg.com/media/BTwOSqBIAAA8ZVt.jpg
ResponderEliminarJajajaja. No es para menos.
Eliminar"Primero te ignoran, después se ríen de ti, luego te atacan, entonces ganas."
ResponderEliminarNo, si en inglés ya lo había entendido (aunque hable español). Si es por recibir ninguneo, burlas y ataques, entonces la victoria de los no nacionalistas está asegurada...
EliminarHas estado sublime. Enhorabuena.
ResponderEliminar¡Ay! 'Sublime' me parecen palabras mayores... MUCHÍSIMAS GRACIAS, Antonio.
EliminarEste post es buenísimo, de verdad. La asociación del infantilismo al independentismo, la despersonalización, el berrinche y el corro de la patata es real, y lo cuentas de manera impecable. Genial.
ResponderEliminarGracias, barley. Por esto y por la imagen del kit de merienda por la independencia que ha inspirado el post.
Eliminar¡Concuerdo!
EliminarUn abrazo, Barley.
Gracias, amic. ;)
Eliminar¡Hombre, Schultz, un abrazo!
EliminarHace algún tiempo los definí como "indepebeliebers", pero creo que tú lo has explicado mejor. ;)
ResponderEliminarJajaja. Comparten la determinación propia de la infancia, un aspecto muy a tener en cuenta que no he tocado en el post.
EliminarLa verdad es que van a parecer del Foro de la Familia, o católicos exaltados gritando Benedictoooo Equis, Uve, Palitooo, o madrileños en la Puerta de Alcalá deseando que les concedan los JJOO, o andaluces en el salto de la verja con el previo pack de merienda con jamón Mercadona y manzanilla de la tierra... Vaya, personas normales al fin y al cabo.
ResponderEliminarjajajaj Qué calladito te lo tenías.... lo del kit-pack es glorioso... "cola catalana" y bebida energética "desperta ferro"... si yo fuera al corro de la patata y me dieran semejante brebaje me pensaría seriamente que alguien considera que... ejem.... mi "ferro" no está a la altura... de lo esperado...
ResponderEliminary lo de la estelada humana..¿qué decir?...yo sé donde fueron los de azul, rojo y amarillo después de esa foto...
¡a una bolera! http://www.youtube.com/watch?v=Il7Khs4BIcs
Decíamos ayer: al final es que te tienes que reír.
EliminarMe encanta, me he reído mucho y lo del pack me ha dejado sin palabras, de verdad...Comparto por el mundo.
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Rocío!
EliminarChapó
ResponderEliminarGracias, querido amigo.
EliminarMuy bueno. La guinda la pusieron los 10 (DIEZ) jofrutas que entraron al centro de la Generalitat. Ya está, se cierra el círculo: ¡los españoles nos atacan, nos agreden! ¡Esto es la Alemania nazi! Porque los españoles somos todos iguales que esos 10 falangistas, claro está. En fin.
ResponderEliminarEso es lo que tu opinas. Pero la verdad es que recordó a los años 70.
EliminarLamentablemente, sí. Nos estamos acostumbrando a ver escenas propias de otros tiempos y lugares muy poco edificantes. Porque quemar banderas es de países en conflicto y subdesarrollados y algo inconcebible en la Europa civilizada. Las marchas con antorchas son más propias de la Alemania de los años 30 que de una sociedad moderna y democrática. Y así. Antes de señalar, hay que mirar a casa y ser justos. Por lo demás, si los energúmenos que queman banderas son minoría en Cataluña, los desgraciados del ataque de Madrid, también lo son allí.
EliminarLo de ayer fue una demostración más del nacionalismo que se puede tomar en serio o al estilo Rajoy, en broma, como si no pasase nada. Al final, esto será como esos partidos que se ganan por incomparecencia del rival. Y lo ganarán ellos, of course.
ResponderEliminarSaludos.
Yo soy optimista, pero tengo claro que la respuesta debe ser catalana y no desde Madrid; porque somos mayoría, pero no se ha articulado hasta ahora una opción política que nos movilice e ilusione. Y eso depende de nosotros y de que no se boicotee fuera porque interese más pactar con el gobierno nacionalista de turno que ofrecer una alternativa seria. Saludos!
EliminarVichyn, que sepas que desde fuera de Cataluña también se ha acabado la paciencia. Lee el editorial del ABC de hoy, el repaso que se lleva Rajoy de su prensa amiga es épico(y sería inconcebible en la prensa catalana actual sumisa al poder). Si el gobierno (cuando dices Madrid supongo que te refieres al gobierno central) piensa por alguna extraña razón ofrecer una salida de compromiso al nacionalismo hasta la próxima o incluso ceder con el tema de la consulta, Rajoy tendrá que acabar su carrera política en Gibraltar, haciéndole las fotocopias a Picardo, previa petición de asilo político en la embajada británica. Somos muchos los que estamos deseando que salgáis ya del armario, y no solo en twitter o en los foros, sino a la calle con nombre y apellidos. Pero en esto no rechacéis la ayuda del resto de España porque es la misma lucha para todos. Aprended de los nacionalistas, que no tienen empacho en traerse autocares llenos de Bildutarras o de catalanistas de Valencia o Baleares. Precisamente eso es lo que defendemos, estar todos en el mismo barco. Que Cataluña sea una comunidad autónoma políticamente normal.
EliminarPara daros ánimo os dejo al imprescindible Gabriel Celaya: http://www.youtube.com/watch?v=eH3DeBln0Hs
¡En ello estamos, querido amigo!
ResponderEliminarMuy buena la relación de independentismo con infantilismo,es exactamente eso,un capricho imposible y un berrinche después.
ResponderEliminarMucho humor y mucha lucidez,enhorabuena ¡
¡Gracias!
ResponderEliminarDifícilmente un adulto se sentirá cómodo formando una “cadena” o figuras geométricas como si fuese una ficha de dominó, a no ser que viva en Corea del Norte (por la cuenta que le trae)… o sea nacionalista catalán....
ResponderEliminarO seguidor de cualquier equipo de futbol, incluyendo la roja....